Teatro con viejos
(personajes heridos de tiempo y amor)

Teatro con viejos, que no teatro viejo o al menos esa no ha sido mi experiencia. Es cierto que hay muchas obras que por el mero hecho de ser de «otro tiempo» parece que hay que hacerlas a la antigua usanza y con estética vieja, y si tienen personajes ancianos ya no hay escapatoria: hay que llenarlo todo de naftalina y brocados.

Por suerte, el teatro no cae siempre en la trampa en que caen otras artes. Durante las últimas décadas, el cine parecía que no contaba con las historias de los mayores, no sirven para atraer al gran público y se cree que tampoco tiene mucho interés hablar de personajes que no sirven ya socialmente. Hay grandes textos en la historia de la literatura dramática nacional e internacional en la que los personajes ancianos protagonizan historias creíbles y de interés, de esas en las que podemos mirarnos en ellos, si no el rostro arrugado, si el alma arañada.



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Adolfo Simón

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OPHELIA, revista de teatro y otras artes