

.
«duerme, no te preocupes….» me dijo un desconocido por teléfono cuando intentaba hipnotizarme sobre las dos de la mañana. Adiós a mis últimos 106,35 euros gastados con la esperanza de que venga mi cama un ejército a constatar que mi cara adelgaza.
This entry was posted on martes, febrero 23rd, 2010 at 21:06 and is filed under diario de despedidas.
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
You can leave a response, or trackback from your own site.