.
.
Estaba esta fibra tibetana cerca de la sal y la miel. Ya no la necesito, creo que llevo suficiente para estar elegante en las fotos de mis próximos desmayos.
This entry was posted on domingo, noviembre 29th, 2009 at 19:50 and is filed under diario de despedidas.
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
You can leave a response, or trackback from your own site.